Teoría del empujoncito

Se ha observado que las personas tienden a elegir el camino de menor resistencia al tomar decisiones. Si ese camino resulta generalmente favorable, todos están contentos; sin embargo, cuando ese camino lleva a resultados desfavorables, surgen problemas. La Teoría del Empujoncito, desarrollada por Richard Thaler y Cass Sunstein, ofrece un enfoque para influir de manera predecible en el comportamiento sin limitar las opciones ni modificar significativamente los incentivos.

En este artículo, exploraremos algunas técnicas comunes de esta teoría que han ganado popularidad.

Técnicas comunes de la teoría del empujoncito

  • Valores predeterminados: Esta técnica implica seleccionar cuidadosamente los valores predeterminados que causen el menor daño y el mayor beneficio. Por ejemplo, al registrarte en una plataforma en línea, la opción de recibir correos electrónicos promocionales viene marcada por defecto. Muchas personas, por comodidad o falta de atención, optarán por dejarlo marcado y recibirán regularmente promociones.
  • Feedback: Proporcionar retroalimentación visible e inmediata sobre las acciones y la falta de acción es una estrategia efectiva. Por ejemplo, al utilizar una aplicación de fitness, después de completar una rutina de ejercicios, la aplicación te brinda un resumen visual y numérico de tus logros, como el número de calorías quemadas o la duración del entrenamiento. Este feedback inmediato te motiva a seguir adelante y evaluar tu progreso.
  • Incentivos: Esta técnica busca evitar conflictos de incentivos y alinearlos con los comportamientos preferidos. Por ejemplo, una empresa que desea fomentar el reciclaje en su lugar de trabajo puede ofrecer un pequeño premio o reconocimiento a aquellos trabajadores que reciclen regularmente, alineando así los incentivos con el comportamiento deseado.
  • Elecciones estructuradas: Las elecciones estructuradas brindan herramientas y métodos que simplifican y filtran la complejidad, facilitando la toma de decisiones. Por ejemplo, al solicitar un préstamo en línea, puedes encontrarte con una interfaz que te ofrece opciones predefinidas para la duración del préstamo y las cantidades de pago mensual. Estas elecciones estructuradas te ayudan a tomar decisiones más rápidas y sencillas, ya que la complejidad se ha filtrado para facilitar el proceso.
  • Objetivos visibles: Esta técnica implica establecer medidas de rendimiento simples y claras que sean fácilmente visibles para que las personas puedan evaluar su desempeño en relación con un estado objetivo. Por ejemplo, al utilizar una aplicación de aprendizaje de idiomas, puedes ver un panel de control que rastrea tu progreso y te muestra cuántas lecciones has completado o qué nivel has alcanzado. La visibilidad de tus objetivos te ayuda a evaluar tu rendimiento y te motiva a seguir estudiando.

Estos ejemplos ilustran cómo las técnicas de la Teoría del Empujoncito se aplican en diferentes contextos para influir en nuestro comportamiento de manera positiva.

Conclusión

En resumen, la Teoría del Empujoncito ofrece una perspectiva poderosa para influir en el comportamiento de las personas de manera sutil pero significativa. Al considerar su aplicación en el diseño de objetos y entornos, es fundamental tener en cuenta algunas pautas clave.

En primer lugar, es importante establecer estados predeterminados que reflejen la opción más generalmente deseada, en lugar de optar por la opción más conservadora. Esto puede ayudar a guiar a las personas hacia elecciones beneficiosas sin imponer restricciones.

Además, proporcionar feedback claro, visible e inmediato desempeña un papel fundamental en el refuerzo de las acciones deseadas y en la corrección de comportamientos no deseados. Al recibir información oportuna sobre las consecuencias de nuestras elecciones, podemos ajustar nuestro comportamiento de manera informada.

Alinear los incentivos con los comportamientos deseados es otro aspecto crucial. Al evitar conflictos de incentivos y asegurarnos de que los incentivos promuevan las acciones preferidas, se fomenta una mayor adhesión a dichos comportamientos.

En situaciones donde los parámetros de toma de decisiones son complejos, simplificar y estructurar las opciones puede marcar la diferencia. Proporcionar una guía clara y facilitar el proceso de toma de decisiones reduce la carga cognitiva y evita la parálisis por análisis.

Finalmente, hacer que los objetivos y el estado de rendimiento sean claramente visibles permite una autoevaluación inmediata. Al tener una referencia visual de nuestros objetivos y de nuestro progreso, nos motivamos a mejorar y a seguir avanzando.

En última instancia, al aplicar estas técnicas de la Teoría del Empujoncito, podemos influir en el comportamiento de manera positiva sin restringir las opciones ni cambiar drásticamente los incentivos. Considerar cuidadosamente estas estrategias en el diseño de productos, servicios y entornos puede conducir a mejores resultados y decisiones más beneficiosas para las personas y la sociedad en general.

¿Utilizas la Teoría del Empujoncito en tus diseños? ¿Qué tal la experiencia? ¡Coméntalo abajo!

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