A veces tomamos decisiones sin que nos demos cuenta de ello y también podemos condicionar las expectativas de nuestros usuarios. Esto es posible gracias al priming o efecto priming.

¿Qué es el priming?

Como principio universal de diseño, priming es “la activación de conceptos específicos en la memoria con el propósito de influir en los comportamientos”.

Como sabes, siempre que un estímulo es recibido por los sentidos, los conceptos son activados automáticamente en la memoria. Estos conceptos se mantienen activados durante un tiempo influenciando pensamientos, reacciones, emociones y comportamientos.

Este efecto es tan potente que un estudio en el que se utilizó priming, los investigadores llegaron a la conclusión que “la exposición a palabras relacionadas con la cortesía hizo que la gente fuera más educada, y la exposición a palabras relacionadas con la grosería hizo que la gente fuera más grosera”. ¿Sorprendente?

Por tanto, el efecto priming se utiliza como un medio eficaz de influencia cuando el estímulo activa conceptos consistentes con un objetivo o necesidad preexistente.

En el cine, por ejemplo, mostrando una imagen de una persona tomando un refresco puede tener efecto en una persona que tenga sed.

¿Cuándo usar priming?

Deberías considerar usar priming en todos los aspectos de tu diseño. Eventos antecedentes y primeras impresiones son oportunidades para influir en comportamientos posteriores.

Por ello, y a modo de ejemplos, debes pensar en la forma en que los productos son presentados en envases o en las experiencias que conducen desde el parking hasta la entrada de la tienda.

Eso sí, recuerda favorecer el priming indirecto sobre el directo, ya que el priming indirecto suele ser más persistente y no deja rastro.

¿Usas priming en tus diseños? ¿Qué tal la experiencia?¡Coméntalo abajo!

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