En el vasto mundo digital de hoy en día, la tecnología juega un papel fundamental en la vida de las personas. Desde la comunicación hasta el trabajo, pasando por el entretenimiento y la gestión del tiempo, las aplicaciones y plataformas digitales nos brindan innumerables beneficios y comodidades. Sin embargo, para que estas herramientas sean verdaderamente inclusivas y accesibles para todos, es fundamental que estén adaptadas a las necesidades y capacidades de cada individuo.

Accesibilidad y usabilidad: más allá de la tecnología

La accesibilidad y la usabilidad son dos conceptos fundamentales en el diseño de tecnología adaptada a personas. La accesibilidad se refiere a la capacidad de una aplicación o plataforma para ser utilizada por personas con diferentes habilidades y discapacidades, mientras que la usabilidad se refiere a la facilidad con la que una persona puede interactuar con dicha tecnología para lograr sus objetivos.

En el contexto digital, la accesibilidad se traduce en la capacidad de una aplicación para ser utilizada por personas con discapacidades visuales, auditivas, motoras o cognitivas. Esto puede incluir la capacidad de ajustar el tamaño del texto, activar lectores de pantalla, utilizar comandos de voz o navegar a través del teclado en lugar del ratón. Por otro lado, la usabilidad se refiere a la claridad y simplicidad de la interfaz de usuario, así como a la eficiencia con la que se pueden realizar tareas comunes.

La importancia de estos aspectos va más allá del ámbito tecnológico, ya que impactan directamente en la vida diaria de las personas. Por ejemplo, una aplicación de transporte accesible puede permitir a una persona con discapacidad moverse de manera independiente, mientras que una aplicación bancaria fácil de usar puede facilitar la gestión de las finanzas para personas con discapacidades cognitivas. En última instancia, la accesibilidad y la usabilidad son cuestiones de equidad y justicia social, que garantizan que todas las personas, independientemente de sus capacidades, puedan participar plenamente en la sociedad digital.

El Impacto de los pequeños cambios en el diseño

Incluso los pequeños cambios en el diseño de una página web o aplicación pueden tener un impacto significativo en la accesibilidad y la usabilidad para algunas personas. Por ejemplo, la modificación en el tamaño del texto en una página de inicio de sesión puede dificultar la identificación rápida de la función de cada campo. Este cambio puede resultar especialmente problemático para personas con discapacidades visuales o cognitivas, que pueden tener dificultades para leer texto pequeño o comprender información densa.

Además, la disposición y el diseño de los elementos en una página de inicio de sesión pueden haber cambiado, lo que puede afectar la navegación y la comprensión para algunas personas. Por ejemplo, si los campos de entrada están más juntos o separados de manera diferente, esto puede causar confusión para personas con discapacidades motoras o visuales.

Por ejemplo, en la siguiente imagen podemos observar como el inicio de sesión de Google cambió para tener un formato ligeramente distinto, en el cual es más difícil de leer el campo que se solicita, en este caso, el Email o el teléfono.

La importancia de la adaptabilidad y la retroalimentación

Ante estos desafíos, es fundamental que los diseñadores y desarrolladores consideren la adaptabilidad y la retroalimentación del usuario al realizar cambios en el diseño de una página web o aplicación. La adaptabilidad implica la capacidad de una tecnología para ajustarse a las necesidades y preferencias individuales de cada usuario, mientras que la retroalimentación del usuario proporciona información valiosa sobre cómo se percibe y se utiliza la tecnología en el mundo real.

Por ejemplo, antes de implementar cambios en el diseño de una página de inicio de sesión, los diseñadores podrían realizar pruebas de usabilidad con personas con diferentes capacidades y obtener retroalimentación sobre la visibilidad, la comprensión y la facilidad de uso de los nuevos elementos. Esto les permitiría identificar posibles problemas y realizar ajustes antes de que los cambios se implementen de manera definitiva.

Conclusión

La tecnología adaptada a personas no solo beneficia a las personas con discapacidades, sino que también mejora la experiencia para todos los usuarios al garantizar que las aplicaciones y plataformas sean intuitivas, eficientes y accesibles para todos. Al priorizar la accesibilidad y la usabilidad en el diseño de tecnología, podemos crear un mundo digital más inclusivo y equitativo para todos.

Fuentes:

itdo.com/blog

Compartir es construir