Diseñar con emociones
El color ha dejado de ser un elemento pasivo del diseño para convertirse en un lenguaje emocional que conecta tecnología y humanidad.
Senior Full-Stack Developer. Growth Hacker. Blogger.
El color ha dejado de ser un elemento pasivo del diseño para convertirse en un lenguaje emocional que conecta tecnología y humanidad.
Lejos de ser una palabra de moda, el phygital refleja un cambio profundo en el comportamiento del consumidor.
En un presente post-digital, donde la tecnología se vuelve invisible y el usuario solo percibe la experiencia, las marcas que sobreviven son las que saben reinventarse antes de que el mercado las obligue.
Abrir datos es solo el primer paso; convertirlos en conocimiento útil es el verdadero desafío.
El marketing invisible no es ausencia; es integración. No consiste en esconder la marca, sino en convertirla en una capa de utilidad que vive donde el usuario ya está.
El marketing deja de comprar atención para merecerla. Pasamos de formatos que interrumpen a contenidos que se eligen.
Diseñar para una audiencia dual es contar a personas y explicar a máquinas.
Diseñar una experiencia inmersiva es coreografiar un recorrido: cómo entras, qué orienta tus primeros pasos, qué revela cada giro y dónde culmina la historia antes de salir con un recuerdo.
La inteligencia artificial es poderosa, versátil y cada día más presente en nuestro trabajo. Pero no deja de ser lo que siempre ha sido: una herramienta.
El futuro del diseño de experiencias no estará definido únicamente por pantallas más grandes, rápidas o inmersivas, sino por la capacidad de los entornos para responder de manera natural a las personas.
La clave no está únicamente en aplicar descuentos, sino en aprovechar el timing estival para generar experiencias que conecten con el estado de ánimo del consumidor
El marketing en verano tiene una particularidad: el consumidor se mueve, cambia de hábitos y mantiene el móvil como su compañero inseparable.