El avance de la tecnología en la sociedad es imparable: cada año surgen nuevos dispositivos que nos facilitan la vida y nos permiten interactuar con nuestros seres queridos, compañeros de trabajo o, incluso, una persona cualquiera al otro lado del planeta.

En la agricultura sucede lo mismo, la tecnología ha ido creciendo en uso y mejorando de forma exponencial: donde antes había varios recolectores recogiendo los frutos ya maduros ahora hay un robot recolector capaz de discernir entre los frutos verdes y maduros, donde antes había varios exploradores recorriendo el campo en busca de problemas ahora hay satélites capaces de tomar una imagen de todo el campo o drones que pueden acceder incluso a zonas de difícil acceso, etc.

La tecnología no solo se usa en las labores de campo, también permite comprender mejor el resto de aspectos que rodean a la agricultura. Poder saber, a partir de una imagen de satélite, el estado de los cultivos, la cantidad de humedad en el suelo y las plantas, si existe maleza o no o en que etapa de crecimiento se encuentran los cultivos facilita enormemente la gestión a los agricultores.

Cambios digitales en el sector agrícola

Digitalizar la agricultura implica actualizar las herramientas utilizadas (drones, satélites, robots, sensores, dispositivos móviles, Internet), los métodos (agricultura de precisión) y el tipo de agricultura (de monocultivo a policultivo o rotación de cultivos).

Soluciones de monitorización y análisis del campo

A la hora de hablar de monitorización, es necesario distinguir entre 2 tipos. Por un lado, los satélites permiten tener una visión global del campo, pues pueden capturar imágenes que cubren decenas de kilómetros, mucho más de lo que un campo de cultivo suele medir, con diferente resolución, en función del satélite concreto y su equipamiento.

Sin embargo, cuando los agricultores quieren comprobar algo pequeño en el campo, los satélites no pueden entregar información tan detallada. Ahí es cuando entran en escena diferentes dispositivos que permiten una monitorización cercana. Dichos dispositivos pueden ser fijos, como cámaras o sensores varios, o móviles, como los drones.

Con los datos recogidos, es posible realizar análisis que revelen el verdadero estado del campo, no sólo lo que es fácilmente visible. A las imágenes de satélite se les puede aplicar distintos índices de vegetación, como el NDVI o el NDWI, que permiten entender, entre otras cosas, la salud de las plantas o la humedad del suelo. Asimismo, los programas encargados de gestionar los datos y aplicar índices son capaces de proveer otras muchas funcionalidades, por ejemplo, mapas que dividen el campo en función de la productividad.

Herramientas automatizadas

El objetivo principal de automatizar tareas es hacer más sencilla la vida del agricultor, especialmente en aquellas tareas que requieren un gran esfuerzo físico. Automatizar la recolección de frutos es una de las ideas que se persigue con mayor entusiasmo, aunque también es una de las más difíciles de llevar a cabo, debido a que los robots deben recolectar sin dañar el fruto, ni la planta ni el suelo. Sin embargo, ya existen prototipos de robots capaces de recoger ciertos tipos de frutos específicos y se espera que cada vez haya más opciones. Para los cultivos en hilera, los tractores automatizados sin conductor son la opción más popular.

Otras tareas que poco a poco se van automatizando son la de deshierbe y trato de la maleza. Para el deshierbe se usan robots capaces de distinguir entre malas hierbas y cultivos, mientras que otros robots pueden aplicar de forma precisa el pesticida, reduciendo así la cantidad necesaria y evitando contaminar valiosos recursos naturales. Algunos drones también están preparados para aplicar pesticidas desde el aire.

Digitalización del marketing en el sector

A la hora de comercializar sus productos de tal manera que lleguen a la mayor cantidad de gente posible, el sector agrícola también ha tenido que aumentar su presencia en la red, con páginas web y perfiles en las redes sociales. Vender directamente al cliente es una buena manera de aumentar el beneficio y no tener que tratar con intermediarios. Las estrategias comerciales pueden dividirse entre aquellas que son online y las que no.

Estrategias de marketing online

Como el propio nombre indica, Internet y los canales digitales son los medios necesarios para realizar este tipo de estrategias. La principal estrategia es la de llegar al mayor número posible de gente, por ello crear publicidad en redes sociales y en otras páginas webs es una buena manera de hacerse notar y atraer posibles nuevos clientes. Naturalmente, una buena campaña publicitaria tendrá un mayor efecto de atracción que una no tan buena.

Maximizar el número de ventas es algo que se puede conseguir con promociones, descuentos y ofertas temporales. La clave principal en esta estrategia es obtener la mayor visibilidad posible.

Utilizar los clientes que ya tienes para generar opiniones positivas es otra estrategia muy común, pidiéndoles que dejen un comentario en la página web, en redes sociales o en otras páginas dedicadas a recopilar opiniones sobre empresas.

Entre otras estrategias online, se encuentran la venta adicional o Up Selling, donde se intenta ofrecer un producto similar al que el cliente quiere, pero de mayor calidad y/o con menor coste y la venta cruzada o Cross Selling, donde se intenta vender productos complementarios al mismo tiempo que se vende el principal.

Estrategias de marketing tradicional

En ciertos casos, el marketing no digital también puede jugar un papel importante a la hora de vender. Una feria agrícola es una buena opción para no solo vender el producto, también encontrar nuevos socios comerciales. Al mismo tiempo, se puede buscar una mayor promoción ofreciendo degustaciones gratuitas, por ejemplo.

Si bien hay gente a la cuál no le agrada mucho la idea, una llamada telefónica puede suponer la diferencia entre cerrar o no una venta. Esta estrategia funciona mejor cuando las llamadas se hacen a gente que puede estar interesada en el producto y no mediante llamadas frías.

¿Por qué optar por digitalizar la agricultura?

A primera vista puede parecer que todos estos cambios son demasiado complejos y difíciles de comprender, pero la realidad es que la inclusión de la tecnología facilita y simplifica la labor de los agricultores, al mismo tiempo que a genera un mayor rendimiento prácticamente desde el momento en que se comienza a usar.Multitud de sectores han adoptado soluciones digitalizadas en parte o la totalidad de sus actividades y la agricultura no debe quedarse atrás, pues con todas estas herramientas disponibles las decisiones que se toman son siempre mejores.

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